Pues sí, por fin cumplí mi compromiso de visitar Berlín para hacer un curso de alemán en Alemania. Berlín es una de las ciudades europeas más modernas y, a la vez, con más historia y esta fue la razón principal por la cual la escogí para aprender alemán. Aunque fui únicamente por una semana, aproveché para ver los lugares más emblemáticos de la ciudad y sumergirme en la cultura berlinesa.
Este pequeño aeropuerto situado al noreste de Berlín está muy bien ubicado con respecto al centro de la ciudad. Mi dirección era Prenzlauer Berg, que es donde está ubicada la escuela de alemán Berlín. Antes de nada, decir que en Berlín, el metro se llama U-Bahn y el metro S-Bahn.
StudyTravel me entregó una completa información de viajes con los transportes públicos desde este aeropuerto al centro. Me dieron dos posibilidades: la primera coger el Express Bus TLX hasta Alexander Platz y luego un metro (línea U8 + una parada hasta Rosenthaler Platz) o bien coger el tren que está a menos de 5 minutos a pie de la terminal. Pues en mi caso, cogí el tren. El billete de tren te cuesta unos 3€ o así y el trayecto dura unos 30 minutos. Me bajé en la parada llamada Prenzlauer Allee y desde allí llegué a la escuela en menos de 20 minutos a pie. En términos de tiempo, se tarda exactamente lo mismo que usando el autobús y luego el metro, pero la opción que cogí resulta más económica puesto que sólo utilizas un transporte público y luego tus piernas ;)
Como me fui únicamente una semana para hacer un curso de alemán en Berlín, me di un capricho y reservé la residencia GLS Premium, Stadtbad Oderberger. Es un edificio histórico de la ciudad, un antiguo baño público totalmente reformado. No es exactamente la opción más económica, pero yo quería “simply the best” ;) Por supuesto, GLS tiene opciones más asequible de alojamiento para reservar con tus cursos de alemán en Berlín. Esta residencia se encuentra a dos minutos a pie de la escuela y es genial. Habitaciones de alto estándar con baño privado y ¡piscina en el complejo! El personal súper amable y un buffet de desayuno con todo lo imaginable para elegir se sirve en el restaurante de la escuela.
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Primer día de clases y yo sólo sabía decir, Guten Morgen! Sin problemas, perfecta organización alemana en la escuela GLS Berlín. Los estudiantes que tenían más nivel que yo, hicieron un examen de nivel y luego fueron colocados en una clase según el resultado del examen. Yo, como sabía menos que nada, entré directamente con los principiantes absolutos. Al tenía mis miedos de no poder entender nada (con el alemán ya se sabe) Sin embargo, la profesora fue una chica joven súper simpática que con gestos, bromas y mucho entusiasmo nos enseñó el primer día el abecedario, presentarnos en alemán y, lo más importante para mí, pedir en un bar la cuenta y otras cosas. Nunca esperé que aprender alemán en Berlín me resultara tan divertido.
El resultado al final de la semana: podía presentarme, pedir cosas, expresar mis gustos, preferencias y pedir direcciones. Algo que hubiera tardado años con clases para estudiar alemán en España. Y te lo digo, todo lo que aprendí lo puse en práctica en todos los restaurantes de Berlín, en especial en la pizzería que hay en la misma calle de la escuela, donde por 8€ te comes una pizza fenomenal con una bebida, tod estupendamente servido.
La escuela tiene un buen número de actividades culturales y excursiones que organizan después de las clases de alemán. Y la verdad muchas son gratis. Sin embargo, yo soy muy andarín y me gusta explorar las cosas por mí mismo. Me pasé por el departamento de actividades que está en recepción y una chica simpatiquísima que hablaba muchos idiomas me informó de lo que podría visitar durante mi corta estancia de una semana.
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Sin ser un nostálgico ni nada que se le parezca, me fascinan los edificios de época soviética. Podía haber cogido un tranvía para ir a Alexander Platz, pero decidí ir andando, como siempre hago. Un agradable paseo de menos de 30 minutos desde la escuela a Alexander Platz fue mi iniciación en Berlín. Al llegar a Alexander Platz, aparte de Kaufhof Berlin (El Corte Inglés de Alemania), encontré lo que buscaba y estas fotos lo dicen todo:
•El reloj mundial (Urania-Weltzeituhr), de época socialista de la antigua República Democrática Alemana. Fue instalado en 1969 e incluye las 24 zonas horarias existentes en el mundo.
•Fernsehturm (conocida también como el Tele Spargel = El Espárrago), que fue la torre de la televisión de la antigua República Democrática de Alemania y hoy en día es un restaurante con unas vistas fenomenales de Berlín.
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Estos dos monumentos se visitan juntos, ya que, se encuentran muy cerca el uno del otro.
•La Puerta de Brandenburgo: el ambiente es fenomenal, lleno de gente de todas las nacionalidades que quieren sacarse la foto típica (como yo). Aparte de esto, hay que recordar que se ha vivido mucha historia aquí. Durante la época del muro de Berlín era la zona neutral donde no se tenía acceso. A ambos lados de la misma, se encontraban la embajada americana (todavía allí) y la francesa (hoy día un hotel) Ronald Reagan pronunció el 1987 el famoso discurso en el que dijo: “Tear down this wall” (hay que tirar este muro) y, por supuesto, fue un lugar emblemático durante la caída del muro el 10 de noviembre de 1989. Es ¡muy emocionante! poder estar aquí.
•El Parlamente alemán (Der Reichstag) también es un edificio cargado de historia. Durante la Guerra Fría, estuvo casi abandonado. Pero desde la caída del muro, fue totalmente reformado para convertirlo en un edificio muy moderno. Puede ser visitado de manera gratuita, pero no se te ocurra hacerlo sin haber hecho tu reserva online. Las colas son muy largas y se tarda como unas dos horas en verlo completamente. Si tienes suerte, puedes ver una sesión del parlamento desde una cúpula de cristal situada justo encima del hemiciclo. Lo siento, no hay fotos, porque no se permiten :(
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Se encuentra a muy poca distancia de la famosa calle de las compras Kurfürstendamm. Por lo que puedes combinar un día de tiendas con una visita cultural. Es muy conocida con el nombre de Gedächtniskirche (Iglesia Memorial) Fue construida a finales del S. XIX para enaltecer al káiser alemán. Fue bombardeada en 1943 y no ha sido reconstruida, para dejarla como memoria de los horrores de la guerra. Es muy pequeña por dentro, pero sus mosaicos y pequeño museo de la guerra son algo que definitivamente tienes que ver. Si como yo viajas en Navidad, justo fuera de la iglesia hay un precioso mercado de Navidad donde, entre muchos otras cosas, puedes degustar las especialidades alemanas (o sea salchichas y cerveza). Estas fotos son de diciembre y hacía un frío que pelaba, por lo que yo me tomé un Gluhwein (Vino caliente), algo muy típico de Alemania, según me comentó la profesora de alemán. |
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A 25 minutos a pie de la escuela y a menos de 10 de Alexander Platz, se encuentra la Isla de Los Museos o Museumsinsel, en una Isla del río Spree franqueda por diferentes puentes de acceso peatonal. En esta Isla se encuentra la Catedral católica de Berlín y museos súper interesantes de visitar (Altes Museum, con una colección prusiana de cuadros y antigüedades, el Neues Museum que contiene un buen número de restos arqueológicos egipcios y prehistóricos y el Pergamonmuseum con restos de la antigua Babilonia y Pérgamo) |
Oye, todo no va a ser cultura y, a mi me fascinan los zoos. Como al día siguiente volvía a casa, visitar Berlín y no ir al zoo, es algo imperdonable para mi. Puedo pasar horas en ellos. De verdad, el zoo de Berlín (Tiergarten) es uno de los mejores cuidados de Europa (yo he visitado muchos) Por 13€ (9€ para estudiantes) te lo pasas bomba un día viendo un montón de animales. No cuento más, mi felicidad se ve en la foto.
Espero que este artículo de blog sea de ayuda a otros estudiantes que, como yo, se van por una semana a Berlín y quieren tener ideas de lo que hacer en un tiempo tan limitado. Por supuesto, sé que me he dejado sitios sin visitar y que los gustos de cada cual uno son diferentes. Pero, sin duda, volveré para ver más.
Termino agradeciendo muchísimo a StudyTravel Idiomas su cuidada organización del viaje y amable atención. El año que viene, que ya sabré hablar alemán un poco mejor, me voy a hacer un curso en Múnich con ellos.
Un abrazo,
Daniel
"Los cursos de idiomas en el extranjero cambiaron mi vida!"